viernes, 25 de octubre de 2013

La verdad sobre la uniformidad de los candidatos

Más allá de quién gane o quién pierda este domingo, el gran triunfador en esta campaña ha sido nuestro movimiento Revolucionario Digital. Si bien no nos representa ningún partido político, es sumamente gratificante observar como todos los candidatos han recurrido a los adelantos tecnológicos para ganar votos. Se podría decir que los postulantes de estas elecciones legislativas son de los primeros ciudadanos 2.0. Desde la imagen photoshopeada de los afiches donde nos encandilan con la exagerada  blancura de sus sonrisas y donde es más dificil encontrar una arruga que un taxi en una nochebuena lluviosa.
Pero la gran novedad por estos días no son los retoques en las fotografías, sino un software desarrollado para actuar directamente sobre el discurso de las personas, sobre su tono de voz. El Descarismator 1.0, un programa en fase de desarrollo que, básicamente, quita cualquier atisbo de carisma a los candidatos logrando que todos hablen igual, con ese aburrido monotono que da igual si están proponiendo una baja de salarios, una medida antinflacionaria o si están vendiendo biromes en el subte.
El Descarismator también actúa en el discurso escrito, así las cuentas de twitter o facebook de los postulantes también carecen de gracia, espontaneidad, personalidad y pasión. Nunca una frase jugada, un chiste, nada... solo comentarios sacados de libros de autoayuda.
El software en cuestión, explican sus creadores, "apunta a quitar todo tipo de emociones humanas, a insensibilizar a los candidatos, según los últimos estudios de marketing político la gente los prefiere así, híbridos. Es la era de la política ameba".
Nosotros,como activistas de la Revolución Digital estamos felices de tener, por fin candidatos simil robots, que hablan todos igual, sin expresión en sus rostros, sin carisma y, muchos de ellos, los más avanzados, sin ideas propias.

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