jueves, 19 de septiembre de 2013

Tiempos de barbarie

Se viene la primavera... ¿es realmente necesario seguir festejando, en esta era digital, como si fuéramos salvajes, la llegada de un simple día? Porque seamos realistas... ¿en qué nos cambia la vida que llegue la "estación del amor"?
Los más básicos suelen hacer un picnic... ¿existe algo mas rudimentario que comer al aire libre sin ninguna comodidad? Aunque cueste creerlo, en pleno siglo XXI, todavía hay gente que elige juntarse a la intemperie, debiendo orinar (con suerte) entre los matorrales... para colmo ¡¡¡tocan la guitarra!!! Con los avances tecnológicos en materia de audio estos retrogrados prefieren escuchar a un amateur entre bocinazos y gritos. Como si esto fuera poco, los que no llevan instrumentos usan sus celulares como equipos musicales en una especie de batalla de DJ's...Las compañías de telefonía deberían poner filtros o aplicaciones para descargarle la bateria a los aparatos (me refiero a los teléfonos y a los que los portan) que exhiben, sin pudor, su gusto musical. No es censura, se llama sentido común.
También están las personas románticas, que celebran el cambio de clima, el florecimiento... ¿Ver las flores, sentir el perfume?... Nada que un alegórico fondo de pantalla, en alta definición, y un  agradable desodorante de ambiente no puedan lograr. Y, si realmente les gusta ver crecer plantitas, la germinación del poroto con papel secante funciona todo el año. ¿Qué los días son más largos? ¿Y? ¿Nos pagan por horas de trabajo o por hora de luz natural? ¡Empieza el calor!.... y los mosquitos, el olor a sudor rancio en los colectivos y subtes, las lluvias...
Creemos que es hora de replantear este tipo de festival de la barbarie. Las nuevas generaciones nos alegramos cuando tenemos plena señal 3G en nuestros celulares, cuando hay red wi-fi en los lugares más inhóspitos, cuando encontramos un nuevo video HD de nuestro grupo favorito... ¡Esas cosas son las que merecen un buen chat grupal con amigos!

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